Bajón

¿Recuerdas esa sensación? Tu estás bien, te lo pasas guay, te ríes, estás feliz, a causa de una droga pero feliz, y entonces pasa, alguien se encuentra mal y toda la diversión acaba.
Pero aunque no importe, ¿por qué empieza la oscuridad?

El camino

Buscando atención en la oscuridad, donde nadie puede verme, buscando sombras en la luz, donde no sobreviven, siguiendo un rastro en el vacío, donde no hay nada.
Todo a mi alrededor cambia, y yo sigo en dirección contraria.
No soy capaz de darme la vuelta y seguir a los demás, para mí ese camino es insufrible, asique he acabado buscando mi propio camino. Entre las zarzas y el barro me arrastro, sabiendo que cada ciertos kilómetros podré descansar en un lindo prado donde no puedo quedarme, he de continuar o ella me alcanzará otra vez.

Falling down

¿Puedes recordar esas escenas de los animes en las que los personajes caen al mar y están a punto de ahogarse? Imagina sentirte así todo el rato, pero sin agua.
¿Recuerdas esas escenas en las el personaje está a punto de rendirse? Imagina sentirte así siempre, pero nunca caer ni avanzar, sólo dejarte arrastrar.

Mi vida es como el limbo, un cículo vicioso que se repite, donde cuando crees que hay algo nuevo, no lo es, es un triángulo de las bermudas de donde no puedo escapar.

Socorro...

Pobre iluso

Tú, que me buscas desesperadamente en la oscuridad. Tú, que corres tras mí creyendo que puedes alcanzarme. Tú, que te acercaste pensando que podría quererte...
Pobres ilusos los que piensan que la oscuridad tiene sentimientos, pues la mayoría no son más que juguetes con los que aumentar su autoestima, y los pocos que realmente son apreciados, acaban dañándola aumentando su poder y haciendo más imposible su humanización.

He dicho muchas veces que ya es demasiado tarde, pero nadie me cree.
He dicho muchas veces que el amor para mí es imposible, pero nadie me cree.
Ilusa yo, que a pesar de decir que no, sigo creyendo que aún tengo una oportunidad.

No me lo recuerdes

Una y otra vez me veo dañada por las personas. A veces ya no se si me imagino cosas, si soy yo la que se busca el dolor porque lo echa de menos o simplemente eso es lo que merezco.
Todos estos meses mejorando para que se vaya a la mierda a la primera de cambio. Nunca he sido fuerte, no puedo serlo.

New beginning

No quiero ilusionarme, no quiero que me hagan daño, pero no puedo aislarme del mundo.
Palabras que se pierden en mi mente, soy incapaz de pronunciarlas, soy incapaz de llegar a ser quien quiero ser.
No tengo voluntad para nada, y aún así sigo arrastrándome por la vida, si me rindo ahora dirán que fueron palabras de una inmadura.
Si te muestras débil, irán a por ti.
Quiero demostrar que aunque nunca parecí necesitar ayuda, que aunque parecía que lo superaba, en mi interior sólo anhelé el día en que todo acabara, y sentir que puedo descansar en paz lejos de este lugar llamado mundo.
Y ahí está él, aparece de la nada, nunca lo busqué, y sin querer me doy cuenta de que puede hacerme feliz.
Pero no lo hará, no me quiere y no soportará la distancia, y una vez más seré traicionada por la realidad.
Ojalá no fuera así, pero mientras exista la posibilidad me arrancaré mis ilusiones y tiraré mis sueños para no volver a ser decepcionada.

Confusing what is real

No puedo dormir porque no paro de darle vueltas a cosas, a personas, situaciones que ocurren en mi mente.
Realmente soy una mala persona, egoísta, caprichosa, como una niña pequeña. Nunca quise madurar, me parecía aburrido cómo se comportaban las personas adultas, perdían la ilusión, un mundo tan artificial...
Y sin darme cuenta, aquí estoy, perdiendo mis motivaciones, mi ilusión por la vida, mi sonrisa, mi autoestima, bajando peldaños, como si volviera al pasado pero por la salida de atrás, es la dirección contraria en el mismo camino, solo que tras recorrerlo ha cambiado.
Las traiciones sólo están en mi cabeza, pero lo que las desencadena es un hecho externo, algo real.
Las mentiras no tienen ningún poder a menos que estén basadas en algo real, ahí es cuando nace la falsedad que arruina vidas.
Poco a poco, paso a paso, cada vez me duele menos, a veces pienso que quizás es que maduro, otras que me acostumbro, pero la mayoría de las veces me vuelve a la mente esa imagen de mí siendo un demonio, perdiendo mis emociones y con ello mi corazón o lo poco que me queda de él, si es que alguna vez tuve.
Nunca he sabido si mis sentimientos fueron reales o sólo hice que me los pareciera, nunca supe si la que controla mis actos soy yo o mi subconsciente.
No me fio de mí misma porque mi mente es demasiado poderosa, mi subconsciente me tiene bajo su poder, me asusta lo que puedo hacer.
Podría construir un mundo entero en mí, emociones bonitas, sueños que cumplir, y en dos segundos mi subconsciente lograría dejarlo por los suelos, destruirlo todo con un soplido.
Los castillos de arena son difíciles de hacer, pero la marea se los lleva con demasiada facilidad.
Construyamos una persona con sentimientos e ilusiones, la sociedad se encargará de destruirla.
En mi caso nunca hizo falta mucho dolor, nunca necesité enemigos, ya me tenía a mí.

Érase una vez una persona que se enamoró de las historias bonitas, quería ser la protagonista de una de ellas, pero no era como las demás protagonistas. Un día decidió que sólo tenía que cambiar, sólo tenía que creer que sería real, que tendría su propio sueño, y sino sólo tendría que suicidarse y soñar eternamente que nunca fue verdad, que su vida fue un sueño y el sueño es su realidad. Cuando llegó el momento no pudo hacerlo, pues era curiosa y no quería perderse historias, aún había mucho que descubrir. Poco a poco se iba dando cuenta de lo parecidas que eran todas, incluso las que dejaban de serlo traían consigo más iguales. Clones, todo era aburrido. Dolor, ya no sabía si era real. Lágrimas, creía que las muñecas no lloraban. Una muñeca de porcelana, un material frío y duro, pero tan frágil, esa belleza puede quebrarse al tocar suelo, al caerse, al golpearse con la realidad de la que tanto quería huir.

Ya no sé cómo cambiar esto, como he llegado a ser así, cómo revertir mis pensamientos. Quiero cambiar, ser normal, quiero vivir esa vida que decidí que era aburrida, pero era tan fácil... Y al final la frustración me ha superado, me gustan los retos hasta cierto punto, pero este me ha costado demasiado. Ya he perdido tantas cosas, tanto de mí, que ya no sé si sólo soy carcasa que retiene recuerdos de lo que era sentir o siempre fui así y son los recuerdos lo que estoy perdiendo.

Es mucho más fácil cuando no tienes nada, porque no tienes nada que perder.